En la actualidad la cirugía plástica es tomada por muchos como una opción para volver a empezar. Representa ilusiones en torno, no exclusivamente a cambios físicos, sino a otros tantos que creemos que se van a generar en función de un cambio positivo de imagen.
El paradigma es parcialmente cierto. La cirugía plástica si puede ayudar al individuo a generar cambios positivos en su vida, mas allá de aquellos exclusivamente físicos, pero no puede, bajo ninguna circunstancia, constituir el único factor en el que depositamos nuestras ilusiones.
Evaluar nuestros hábitos de vida es de vital importancia si lo que queremos es darnos una oportunidad para mejorar. Uno de ellos es la alimentación.
Comer saludablemente no significa dejar de comer o de disfrutar de los placeres de la gastronomía. Significa aprender a comer de una manera equilibrada. Nada engorda realmente si las porciones son las adecuadas. Son los excesos los que hacen daño al organismo.
Una dieta balanceada (entiéndase dieta no como un régimen de adelgazamiento sino como un habito alimenticio) debe incluir una porción de cada uno de los alimentos considerados dentro de lapirámide alimenticia es decir harinas, proteínas, azucares (son mejores los azucares simples; es decir los que se encuentran de manera natural en las frutas) y lácteos.
Ninguno de estos alimentos deben ser restringidos, a menos que su medico se lo indique. Ahora bien todos deben ser consumidos moderadamente y según el nivel de actividad física que usted lleve a diario.
Hoy por hoy se habla de hábitos alimenticios en función de mejorar los índices de obesidad, pero lo cierto es que estos se reflejan mas allá del peso.
Se reflejan en nuestro bienestar físico y emocional al permitirnos realizar nuestras actividades diarias con comodidad y energía.