Con el creciente desarrollo de las nuevas tecnologías para la cirugía y el deseo de mejorar el aspecto físico por parte de la sociedad, hace que surjan nuevos procedimientos quirúrgicos para mejorar la calidad de vida de las personas. En este caso, hablamos de la dermolipectomía.
Seguramente, has oído hablar en muchas ocasiones sobre este procedimiento pero, ¿en qué consiste realmente la dermolipectomía? Se trata de la eliminación del exceso de piel con flacidez y grasa. Normalmente, o la mayoría de las veces, esta acción quirúrgica se realiza en la parte del abdomen. Es donde mayor volumen de grasa se suele acumular en las personas. Y es la parte del cuerpo que más nos preocupa en cuanto a sentido estético se refiere.
Siempre y cuando el paciente lo desee y realmente sea necesaria su operación. Normalmente, la dermolipectomía se asocia al abdomen ya que es el lugar del cuerpo donde más grasa se suele acumular por distintos motivos, como por ejemplo: después de los embarazos, descenso y aumento brusco de peso, y en definitiva, no hacer ejercicio y no seguir una dieta equilibrada. Estas consecuencias hace que veamos cómo nuestro abdomen aumenta de volumen, es decir, de grasa localizada, estrías.
En muchas ocasiones, intentamos disimular este exceso de piel y de grasa con fajas o ropa interior que nos ayude a tener la figura que siempre hemos deseado. Pero esta acción, podemos decir que es una especie de autoengaño. Lo mejor para eliminar la grasa sobrante del abdomen es llevar una vida saludable.
Sin embargo, como decíamos anteriormente, la cirugía nos ha ayudado y sigue ayudándonos en estos procesos con sus avances tecnológicos. Por ello, también existe la opción de someternos a una abdominoplastia. Muchas personas llegan a esta vía tras haber probado y agotado todos los tratamientos estéticos posibles y dietas sin resultado.
También se recomienda esta intervención quirúrgica a aquellas personas que la flacidez de la piel y por ende, su excedente le puede traer limitaciones a la hora de realizar actividad física, simplemente vestirse o incluso incomodidades al realizar acciones tan cotidianas como dormir. A todo esto, también hay que sumarle el criterio psicológico por no sentirse a gusto y bien con su cuerpo.
En este caso, hay dos opciones según la cantidad de grasa que exista en nuestro abdomen:
Minidermolipectomia: cuando el exceso de grasa y piel en el abdomen no son de gran importancia.
Dermolipectomía: cuando en este caso, ya sí se trata de excesos realmente importantes.
Mediante la dermolipectomía o la minidermolipectomía, conseguiremos un abdomen más plano, más firme y una cintura más estrecha. Este procedimiento puede reducir drásticamente el aspecto del abdomen y disminuye notablemente la cintura en 2 ó 3 tallas.
Los expertos en el campo de la cirugía estética tienen una serie de criterios a tener en cuenta sobre este proceso quirúrgico. Algunos de ellos son los siguientes:
- Lo ideal para realizar este proceso es que la persona que vaya a someterse debe estar cerca de su peso ideal. Esto hace que la intervención sea más sencilla para los expertos, con lo cual las incidencias disminuyen y la recuperación será más rápida.
- Si el paciente tiene sobrepeso, es recomendable que previamente se someta a una serie de procesos dietéticos para perder peso.
- El realizar este tipo de cirugía no significa que la persona deba seguir con sus hábitos alimenticios y sus rutinas diarias. Tras el proceso, el paciente tendrá que llevar un estilo de vida saludable.
- En el caso que el paciente sea mujer y tenga previsto un embarazo, es mejor que no se someta esta operación ya que luego puede ocasionar problemas en el proceso del parto.
- También es recomendable que unos 20 días antes de la operación, la persona que se someta a ella no tome medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico o salicilatos (Aspirina o sus derivados), así como los desinflamatorios y la vitamina E, ya que favorecen el sangramiento quirúrgico y la formación de hematomas postoperatorios.